//Citas permamentes

El peor analfabeto es el analfabeto político. El no oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. El no sabe que el costo de vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales. Bertolt Brecht

martes, septiembre 19, 2006

//Hoy en México

Hoy en México, él mira con escepticismo, pues ya no cree en los medios. Ha ido en busca de intelecto sin malgastar, evitando la mediocridad de quedarse aplastado frente al aparato, esperando. Ha caminado ya varios kilómetros desde aquel día en que decidió retomar su activismo para con sus causas. Se informa y convence a la par de manera progresiva. Recibe consejos que buscan aislarlo de su verdadera vocación, pero le parecen involutivos y repetitivos, los rechaza. Parece estar solo, pero a la vez acompañado de incontables voces que, por el momento, no son familiares, ni cercanas; eso le entristece. Recuerda sus días felices, cuando también estaba su hermano, cuando cambiaban la realidad de sus círculos sociales. Eran un tanto subversivos, pero aceptados. Clamando ya por su amigo en el frente, recibe nuevos amigos y se siente fuerte. Enfréntalo ahora.

Ya está respaldado con voces más reconocibles. Emprende un nuevo viaje, casi por inercia, hacia lo que llaman resistencia. Se sorprende al mirar hacia los lados encontrando diversidad y creatividad al por mayor. Ni un paso atrás, ni para tomar impulso: su lema compartido desde aquella ocasión. Pero posee más consignas, más reclamos, guardándoselos para cuando llegue el momento idóneo.

Semanas, y él sigue fortaleciendo su mirada, a los ojos. Algo sucede. Todo parece acelerarse mientras más se adentra en el movimiento. Su amigo ha vuelto, sus nuevos compañeros también lo apoyan, pero llega alguien más. Ahora es auto escepticismo, sólo que esta vez sí se logra convencer. ¡Qué afortunado ha sido! Es lo que buscó tan exhaustivamente desde el principio. Aunque acepta que ya había perdido la esperanza. Pero no, no es virtual, ahora es real; tan real que revela su timidez escondida por años. Ella llega para sumarse también. Ella representa esa pieza faltante en su estructura perfecta.

¡No está solo!

Ahora su sonrisa no cabe en su rostro, por eso la oculta al mundo extraño. Es él al frente y sus amigos también. Si observas bien, su mirada cambió de nueva cuenta. Apasionado quizás, pero verdaderamente convencido de lo que hace. No le queda más que decirles a todos los que lo desmoralizaban, a los que lo miraban con indiferencia, a los que incluso lo atacaban y menospreciaban o discriminaban; a ellos ya puede decirles, alto y claro:

¡VOTO POR VOTO!


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